Irala precisa ayudas para sobrevivir
Las casas del histórico barrio de Bilbao necesitan una rehabilitación que sus vecinos no pueden afrontar La pequeña Noruega en Olabeaga, Manhattan en Zorro-tzaurre y en Irala los vecinos aspiran a dar un impulso al barrio hasta convertirlo en el Notting Hill bilbaino por el parecido que guarda con el barrio londinense. Hoy, el consejo de Administración de Surbisa (Sociedad para la rehabilitación de la villa) aprobará la realización de un estudio socioeconómico que respalde la petición de Área de Rehabilitación Integral al Gobierno vasco, si se dan las condiciones necesarias. En ese caso, los residentes podrán optar a mayores ayudas económicas que les permitan afrontar el coste de rehabilitación de sus viviendas. Todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Bilbao están de acuerdo en la necesidad de apoyar la petición de los vecinos de este barrio que mantiene un gran encanto, pero cuyas casas necesitan más que un simple lavado de cara.
Irala es una de esas pintorescas zonas de Bilbao, nacida a principios del siglo XX en torno a una gran fábrica de harinas, fundada por Juan José Irala. Muchas de sus viviendas son de estilo inglés, lo que en sí es uno de los mayores reclamos del barrio. Están pintadas en diferentes colores, formando un original mosaico. En su día fueron construidas para alojar a los numerosos trabajadores (llegaron a ser hasta mil) que tuvo la fábrica de harinas, y con el tiempo y a pesar de los problemas de mantenimiento son el patrimonio más querido de los vecinos.
Hace unos años, una plaga de termitas ya supuso una gran amenaza para las estructuras de madera que articulan estas casas. Entonces, la mayoría de los vecinos tuvieron que reunir sus ahorros para hacer frente a los problemas de estos insectos que amenazaban con destruir el barrio de influjo inglés.
La zona de origen obrero superó aquella batalla en la que hoy en día no puede descuidarse, pero ahora necesita un nuevo impulso. No siempre ocurre, pero todos los concejales apoyaron la moción socialista para que Irala pueda ser declarada Área de Rehabilitación Integral.
Si Surbisa consigue esa calificación que ya tienen barrios como Artazu Bekoa y Zorrotzaurre, las ayudas de las que podrán disfrutar en el barrio pueden ser de hasta un 15%, lo que supone un importante atractivo para los vecinos que de otra manera no pueden afrontar los costos de rehabilitación que necesitan sus viviendas.
primeros pasos El primer paso lo va a dar Surbisa en los próximos dos meses, tiempo en el que va a realizar el estudio socioeconómico para determinar si la radiografía social del vecindario responde a las exigencias del Gobierno vasco para conceder estas ayudas. Además, deberá completar el informe con un estudio que avale que la tipología de las viviendas exige una intervención por su antigüedad por tratarse de edificios con problemas.
Desde el Ayuntamiento se muestran cautos en cuanto a las conclusiones de este estudio puesto que no quieren dar esperanzas a los vecinos antes de conocer todos los datos. Una vez el informe de Surbisa sea trasladado al Ejecutivo pasarán otros seis meses antes de que Lakua determine si finalmente Irala es declarada Área de Rehabilitación Integral.
Durante estos años, Irala ha sido objeto de otras mejoras por parte del Área de Obras y Servicios con el objeto de mejorar la accesibilidad, uno de sus mayores problemas. Ana Blanco, presidenta de la asociación de vecinos, señalaba recientemente que "se desaprovechó una oportunidad muy importante en Irala cuando se acometió todo el tratamiento de las termitas". Cree que entonces había que haber atajado otros problemas que causan las humedades.
No solo eso. Los vecinos opinan que se han hecho cosas, pero mantienen que el barrio necesita un impulso a nivel social. "Ahora mismo tenemos un problema de seguridad importante en la plaza Kirikiño", señala Marian, una vecina.
Como contrapartida, el Ayuntamiento pone en valor las actuaciones que ha realizado en los últimos años y que los vecinos aplauden. Así, en Pablo Picasso, Reyes Católicos, Kirikiño y en otras zonas de Irala como Escurce se ha realizado un proceso de tranquilización del tráfico. "Uno de los retos era el rebaje de aceras y sobre todo había muchas escaleras de acceso a portales", señalan en el Área. "Hemos hecho una inversión muy importante en rebaje de aceras y acceso a portales. También teníamos un problema de conexión con la parte alta y baja de Irala que se ha solucionando con el ascensor de Escurce", apunta.
Aún quedan actuaciones pendientes en la parte baja del barrio donde los informes técnicos aconsejan continuar con ese proceso de tranquilización y rebaje de aceras, así como la construcción de rampas para mejorar la accesibilidad.
Otras de las actuaciones que está pendiente es el proyecto de la ladera de Irala, trasera del edificio de Harino Panadera, que estaba proyectado por Ría 2000 y que el Ayuntamiento retomará para conectar mejor esa zona, una de las últimas peticiones de los vecinos que también serán atendida en próximas fechas.